..que bebemos sedientos después de caminar mucho.
Los sentidos a veces bloquean la razón: si llenas las manos de agua y la llevas rápido a la boca, no vas a saciar la sed. La vida se te va a escurrir de las manos. Si acercas el agua lentamente tampoco, porque los huecos entre los dedos van a hacer que se te escape de nuevo.
Dejemos las formalidades de lado, y acerquemos la boca directamente al agua, a la vida. Tomemos sin parar, hasta que estemos empapados de existencia. Que te importe poco que todos estén mirando tus ganas desaforadas (salvajes) de vivir. Los que miran tomando en vasos de champagne, terminan muertos de sed.
No hay comentarios:
Publicar un comentario