lunes, 28 de mayo de 2012

Volviste. 
Soy una de los millones que sos.
Soy una de las flores nuevas de la primavera 
-la tierra se fertilizó con cada flor 
cortada
   desaparecida
           asesinada
en aquel despiadado invierno-. 

Soy historia, soy oraciones de historia del futuro. 
Actriz, no espectadora
Soy pasado, soy presente, soy futuro. 
Me siento cada vez más viva
(Gracias)

domingo, 27 de mayo de 2012

Libros y libros


Libros. Hay libros y libros. Hay libros aburridos, intrascendentes. Hay libros atrapantes, emocionantes. Libros largos, libros cortos. Viejos y no tanto. Los hay de todos los colores y de todos los temas. Y entre tanta celulosa acumulada, hay algunos que te marcan para siempre.
Eran días de otoño cuando mis trece años y yo nos encontramos con el libro “Cruzar la noche” de Alicia Barberis. Recuerdo haberme quejado mucho cuando la profesora de primer año nos lo dio para leer: esas 130 hojas parecían una eternidad.
 “A las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. A todas las víctimas del Terrorismo de Estado. A la verdad y a la memoria” fue lo que encontré en la primera hoja. No comprendí por qué Madres y Abuelas estaban con mayúsculas. Con lo de Terrorismo de Estado me imaginé una película de acción. Y… ¿a la verdad y a la memoria? No entendía nada. Las quejas persistían.
Era una ficción entrelazada con el triste pasado reciente de nuestro país.   Narraba la historia de una joven hija de desaparecidos en la dictadura militar del ’76, que tuvo que “cruzar la noche” para descubrir su verdadera identidad.
Fue emocionante transitar codo a codo con el personaje ese camino incierto de búsqueda, desesperación. De alegrías mezcladas con llantos, de confusiones.
La primera noche que lo leí, me dormí con el libro en la cara. Lo terminé al otro día. Era la primera vez que me iba a otro universo con un libro. Y ese me marcó mucho porque con él descubrí esa terrible etapa de nuestra historia. Y lo hice desde adentro del libro, lo hice casi en carne propia.
Cuando uno abre un libro, entra a una máquina del tiempo. Se sumerge en otra dimensión, en otro espacio, en otro tiempo. Es como soñar despierto, es como viajar pero mucho más barato.
Porque un libro es eso, es un pasaje de ida a otro mundo. Nada más ni nada menos. Un pasaje solo de ida porque uno no es el mismo tras cada libro que lee.