Hola público en general. Quería confesarles algo que tengo guardado desde hace un tiempo. Y como la cuestión se tornó muy obvia, me veo en la obligación de decirles la verdad. Una verdad que para ninguno de nosotros, los que militamos, es fácil reconocer. Porque derrumba años de mantener firme una mentira. Una gran y asquerosa mentira.
Quería contarles que nadie milita gratis. NADIE.
Y sí, tenían razón muchas amigas mías. Tenían razón mis viejos: nadie milita por nada. En la política no existe eso. "Los colectivos van por la ciudad juntando gente para hacer quilombo en los actos, a los cuales después les pagan". Tenían razón. Nadie va a un acto porque sí. Nadie. Y es una realidad que negamos ciegamente durante muchos años, pero ahora reconozco que estábamos equivocados. ¡Qué idiota me siento! ¡¿Cómo no les di la razón?!
Estábamos más que equivocados, porque nos pagan. A todos y cada uno.
Nos pagan con la plenitud que se alcanza cuando vas caminando por una calle con miles de pibes que luchan por lo mismo que vos. Nos pagan con esas lágrimas de emoción que se te escapan cuando gritás el himno entre miles de personas que lo sienten igual que vos. Nos pagan cuando flameamos con ganas un trapo y de vez en cuando se nos astillan las manos pero no importa, porque sabés que estás levantando viejas banderas de lucha por las que dieron la vida muchas personas. Nos pagan con la mística. Nos pagan con logros. Y aún así nosotros estamos en deuda.
QUE DIGAN LO QUE QUIERAN.
