
Lo que leerán -o no- a continuación lo tomé prestado de un blog, cuyo propietario a su vez también tomó prestado de un libro, y me pareció interesante compartir.
“Este mecanismo (la conformidad automática) constituye la solución adoptada por la mayoría de los individuos normales de la sociedad moderna. Para expresarlo con pocas palabras: el individuo deja de ser él mismo; adopta por completo el tipo de personalidad que le proporcionan las pautas culturales, y por lo tanto se transforma en un ser exactamente igual a todo el mundo y tal como los demás esperan que él sea. La discrepancia entre el ‘yo’ y el mundo desaparece, y con ella el miedo consciente de la soledad y la impotencia. Es un mecanismo que podría compararse con el mimetismo de ciertos animales. Se parecen tanto al ambiente que resulta difícil distinguirlos entre sí. La persona que se despoja de su yo individual y se transforma en autómata, idéntico a los millones de otros autómatas que lo circundan, ya no tiene por qué sentirse solo y angustiado. Sin embargo, el precio que paga por ello es muy alto: nada menos que la pérdida de su personalidad.”
“Este mismo fenómeno puede observarse al estudiar las opiniones de la gente acerca de ciertos temas, por ejemplo, la política. Preguntemos a cualquier lector de periódico lo que piensa acerca de algún problema público. Nos dará como ‘su’ opinión una relación más o menos exacta de lo que ha leído, y, sin embargo –y esto es lo esencial–, está convencido de que cuanto dice es el resultado de su propio pensamiento. (...) O bien la opinión de otro lector podría resultar de un momento de desconcierto, del miedo de aparecer mal informado, y, por lo tanto, en este caso el ‘pensamiento’ constituiría sobre todo una forma de salvar las apariencias, más que la combinación natural de experiencia, el deseo y el saber".
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