jueves, 14 de febrero de 2013

San Valentín y otras mierdas, digo yerbas.


14 de febrero, día de los enamorados, San Valentín o como sea.
Los revolucionarios reniegan contra la comercialización
de lo que no se compra ni se vende.
Los que están solos ironizan en las redes sociales
con fotos de ellos mismos,
de su perro, de algún cuadro de fútbol.
Y los tortolos del mundo se regalan flores,
cartitas, bombones -en febrero, 40 grados a la sombra-.
Se sacan fotos, las suben al Face
contándole al mundo lo mucho que se aman
y lo mucho que se parecen a la tapa de una comedia romántica.
Qué ternura. Cuánto amor.

Y a todo esto,
como buena periodista,
una tiene que estar bien informada sobre el efemérides del día
para poder robar con alguna que otra nota de color intrascendente.

Entonces me puse a buscar quién carajo fue Valentín.
Y no solamente encontré que era un rebelde
que casaba a las parejas jóvenes de soldados
-cosa que estaba prohibida porque cierto emperador
dijo que los tipos rendían más solteros en el campo de batalla-,
sino que también encontré un artículo titulado:
IMPRESIÓNALE EN LA CAMA POR SAN VALENTÍN.

Sí. Así.
Ahora resulta que como es el día de los enamorados
las minas tenemos que impresionar a los tipos
y satisfacerlos cual esclavas sexuales
a cambio de ¿un bombón? ¿¿una flor??

Paren el mundo, me quiero bajar dijo Mafalda.